Itálica fue la primera ciudad fundada en Hispania, en el año 206 a.C. Se encuentra en Santiponce, a 7 kilómetros de Sevilla (Andalucía). Es una de las ciudades más visitadas por los turistas. La ciudad –en ruinas– consta de diferentes construcciones arquitectónicas: el anfiteatro, el teatro, el Traianeum, las termas y las casas.
El anfiteatro tiene capacidad para 25.000 espectadores y tres niveles en las gradas. Mi impresión fue tal al ver su inmenso tamaño que parecía que no iba a terminar de contemplarlo.
Las casas, aunque en ruinas completamente y sólo apreciables sus medidas, han sido interesantes, ya que sus proporciones, la forma de vivir que tenían los romanos, los mosaicos que aparecen en los suelos, los hornos, etc., resultan interesantes a cualquier interesado en la arqueología.
Además, por estas fechas hay un festival de teatro en el que se representan las mejores obras teatrales escritas por los clásicos. Hoy, por ejemplo, 1 de abril de 2008, hemos visto la tragedia Hécuba, escrita por Eurípides, uno de los mejores tragediógrafos del teatro clásico. El teatro fue una pasada –me refiero al monumento, aunque la obra también es excelente–: aunque de piedra –lo que conllevó la absoluta incomodidad física por estar dos horas sentado con las piedras clavadas–, su auditiva era espectacular. El teatro está al aire libre y tiene gran capacidad, y es una gran comodidad porque el escenario es grande y hay espacio para que los actores no se saturen como hacen en otros teatros. Como opinión personal, decir que me ha encantado la experiencia.
En definitiva, recomiendo a los turistas que pasen por Sevilla que visiten las ruinas de Itálica. Muchos saldrán satisfechos, y si además acuden a ver las obras de teatro será un doble placer.