Verona

La ciudad del Veneto nos brinda la posibilidad de hacer recorridos en donde se combinan la historia y la buena comida.
El lago di Garda con Lazase y Sirmione y la hermosa Mantova.

Verona es la capital de una provincia del mismo nombre y una de las siete ciudades que forman el Veneto. Esta ciudad es mucho más que el sitio de Romeo y Julieta.
En ella nos encontraremos con el Castillo Scaligeri, su Arena y sus lindisimas veredas de mármol, la gran Piazza delle Erbe, la convierten en un sitio ideal para ser visitado.

Al norte de la misma se encuentra la barrera de los Dolomiti, que su clima agradable nos permiten disfrutar de los paseos que los lugareños eligen para sus fines de semana.
Se puede empezar a recorrerla por Lazase, a orillas del lago, en donde el restaurante Classique es todo un clásico. Luego podemos caminar por la explanada y divertirse viendo como un grupo de perros que son guiados por un paseador quienes ruidosamente se pelean con los cisnes del lago, quienes por su parte no escatiman picotazos.

Los poblados de San Zeno di Montagna, Torri y Crero tienen sus callecitas estrechas y terrazas muy lindas donde se puede almorzar una rica pizza o una insuperable pasta.
Las casas que se encuentran por la zona de Roca Scaligerasel siglo XIII y al final de se puede ver una villa romana que era de la propiedad del poeta Catulo.

En Mantona no podremos visitar el Palazzo Ducale, que es un complejo formado por varios edificios, en donde se albergan más de 500 cuartos, 600 puertas, 15 jardines, teatro, capilla. Cada uno de estos ambientes esta lleno de obras de arte de gran valor (Tasso, Pisanello, Rubens), pero las obras más destacadas son los frescos de la Camera degli Sposi que Mantenga realizo entre 1471 y 1474.

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Foto: Verona