La capital de la Republica Checa es uno de los lugares más fascinantes para visitar y ni hablar cuando vemos nieve en sus calles.Los días son más cortos, el frío aprieta, los comercios cierran más temprano, pero nada nos impedida disfrutar de unas ricas sopas (polevka), carnes asadas, salchichas y cervezas, todos platos típicos de la ciudad.