La Plaza Mayor debe su nombre a su origen, un lugar que era centro de reunión de muchísimos personajes, desde nobles a plebeyos. Lo más llamativo es que durante cuatro siglos, tres veces sufrió incendios y las tres veces renació.
Aun hoy hay gente que tiene el privilegio de vivir ahí rodeado de fuertes muros del siglo XVIII, obviamente si te interesa adquirir una de estas propiedades tendrás que olvidártelo ya que nadie quiere desprenderse de ellas.
En el centro de la plaza encontraremos un pedestal con la estatua de Felipe II, perteneciente a la dinastía Habsburgo quienes hicieron de la Plaza Mayor todo un lugar de moda en el siglo XVI y XVII.
A la noche podrás ver todo tipo de gente por las calles de Madrid y si pensás ir en diciembre el efecto se multiplicará por cien. Se llenan las peatonales ruas Arenal, Preciados y Carmen, la Gran Plaza de Puerta del Sol, la calle Mayor Carrera San Jerónimo y sus alrededores.
Hay 29 pesebres públicos en la ciudad y el del Palacio Real, en la Plaza de Oriente es el más importante, repleto de hermosas miniaturas originales del siglo XVIII (si quieres verla tendrás que realizar una larga cola de varias horas).
La Catedral de Madrid, ubicada en el extremo de la Plaza de la Armería rinde homenaje a la Virgen de la Almudena, construirla llevó mas de cien años y si bien se proyectó en la época de Felipe IV, el impulsor de su edificación fue Alfonso XII, la obra terminó de ser construida en el año 1993 y fue bendecida por Juan Pablo II.
La Casa de Campo cuenta con 1722 hectáreas que en su época pertenecieron al Palacio Real y fueron confiscadas en el año 1868 por la promulgación I de la República.
Este espacio está poblado de visitantes que disfrutan de este lugar los días de óseo.
Los jardines de Ferraz, ubicados del otro lado de la Cuesta de San Vicente están ahí instalados desde hace 38 años, este fue un obsequio de las autoridades de Egipto al pueblo de España en agradecimiento por la ayuda recibida en la Campaña de Nubi dedicada a recuperar importantes arqueologías que quedarían bajo el agua con la edificación de la represa de Assuan (en el Nilo).
Tres museos que no deben perderse:
Museo del Prado
Museo Real de Pintura y Escultura (inaugurado en 1819)
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
De la ciudad de Madrid parten seis autopistas, esto dio aún más importancia a los barrios periféricos.
En el Barrio de las Letras podés ver calles peatonales. Hay carteles que nos cuentan donde nació Cervantes, donde estuvo Lope de Vega y donde descansan los restos del autor del Quijote.
La calle Huertas nos lleva hasta la Plaza Santa Ana, lugar importante para la vida nocturna.
Pasear por el Rastro es obligatorio, en él encontrarás un mercado callejero donde encontrarás antigüedades, comidas típicas, ventas de dulces y muchas cosas más.