Si hablamos del Callejón de Huaylas, lo primero que se nos viene a la mente es el nevado Huascarán con toda su majestuosidad coronando la vista principal de la ciudad de Huaraz, capital del departamento de Ancash, norte chico del Perú. Sin embargo, existen una serie de ciudades y pueblos extraordinarios que forman parte de un conglomerado pintoresco que duermen, como congelados en el tiempo, a los pies de las cordilleras Blanca y Negra.
La Cordillera blanca es una cadena de montañas nevadas que al igual que la Negra forman el Callejón de Huaylas, por donde fluye el río Santa. Ubicada a 2650 m.s.n.m., Carhuaz se encuentra a 449.65 kilómetros de la ciudad de Lima, lo que se traduce en 8 horas de cómodo y pintoresco viaje, lleno de paisajes y hermosas vistas desde la capital.
La vida en Carhuaz transcurre pacíficamente. Es un paraíso que se puede visitar para alejarse del estrés cosmopolita de hoy en día. Una de sus principales atractivos pintorescos son los “días de mercado”, que se celebran los miércoles y domingos. Esto significa que para esa fecha, el mercado, de varias manzanas de extensión, se convierte en una feria artersano-cultural que abarca varias cuadras.
Aquí podrán encontrar todo un mundo variopinto de tradiciones y objetos; por ejemplo toda clase de tubérculos y vegetales, carnes de primera calidad (res, carnero, etc.), desayunos bastante particulares (panes de la zona con huevo frito y una especie de jugo de membrillo caliente, chancho asado, sopas de cabeza de cordero, etc.), las buscadas artesanías, danzas típicas, fruta de la zona (especialmente el blanquillo o melocotón blanco), elementos de uso diario de factura tradicional como tazas y platos.
Se puede decir que se transforma en una especie de supermercado ancashino, de corte andino, para mí son los mejores mercados que hay, donde se come rico, bueno y barato, además de conseguir cosas tradicionales e incluso antigüedades como monedas antiguas, que son mi afición. Un consejo, cuando vayan a la sierra peruana, olvídense de los restaurantes caros o la comida de hotel, vayan al mercado y verán lo que es bueno.
Los demás días de la semana, el mercado, fuente principal de abastecimiento de la ciudad, funciona con normalidad, como en cualquier otra ciudad. Otra de las cosas que puede observarse en los alrededores del mercado es la presencia de banderas blancas en las tiendas y/o casas indicando la venta de pan fresco del día. Aproximadamente a las cuatro de la tarde, lugares ya conocidos por los pueblerinos colocan en sus entradas unas banderas blancas puesto que la producción de pan caliente fabricado artesanalmente acaba de ser puesta en venta, desfilando distintos tipos de panes: molletes, roscas, pan de maíz, pan de choclo y el famoso peján caldo.
Ya sea por su aire limpio, por su cielo estrellado que parece unirse con la tierra, por sus paisajes, por salir del estrés, por conocer un rinconcito de Perú, vale la pena visitar esta tierra mística, llena de gente cálida y amable que busca compartir con nosotros su cultura, su vida, y regalarnos, a través de ellas, una mágica, maravillosa e inolvidable experiencia.
Me encantó que tuvieras en consideración lo de las banderas blancas, super detalloso.Buen articulo.
Amigo, esa fotografia ya no corresponde a la plaza de armas de Huaraz, ahora fue remodelada tal como era antes del sismo de 1970, espero que puedas actualizarla, si necesitas una foto actual escribeme, ya que la foto publicada es de la peor epoca que vivio la ciudad y esa estatua fue demolida por ser un peligro a los transeuntes y por atentar contra la belleza natural de Huaraz. gracias