Uno de los centros arqueológicos más importantes de México y de América es el encontrado en Yucatán: Chichén Itzá. Se trata de un vestigio prehispánico de la civilización Maya. El sitio se ha considerado patrimonio arqueológico de la nación, y recientemente fue incluido por la comunidad internacional dentro de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo.
En la antigüedad mexicana, dentro de la cultura Maya, Chichén Itzá llegó a ser uno de los centros políticos de mayor importancia en los bajíos del Mayab. Convirtiéndose en la sede de mayor influencia en el poder de la península de Yucatán. En este centro se realizaban cultos a sus dioses, tomando en cuenta que el poder estaba unido a sus religiones o creencias.
El paso del tiempo se encargo de esconder los restos de esta ciudad majestuosa y la cubrió de maleza. Fue así que hasta el año de 1900 fueron descubiertos los restos en ruinas de la Ciudad Maya.
En el templo a Kukulkan en la entrada de primavera se observa el equinoccio, donde las sombras de las esquinas piramidales se reflejan de una manera que aparece en una ilusión visual del movimiento de reptar aunada a la garganta de reptil que cuenta en un extremo de la pirámide. Este fenómeno año con año atrae a miles de personas quienes creen que el acto de recibir el paso de estación los carga de energía positiva.
La ciudad antigua de Chichén Itzá atrae a millones de turistas en temporadas de visita anual, pues es una maravilla visual que el ser humano siente como si viviese parte de esa vida que nuestros antepasados vivieron.
Chichén Itzá se convierte así en una puerta de viaje entre dos épocas.
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