Vecina amable de Capilla del Señor, La Encantada agrega una dimensión a la placida vida de chacra. Si el tiempo lo permite con la calma del inicio y el fin del día propone salidas de tres horas en globo. El de Fernando de la Maria y Marcela Grimberg es el único aeródromo de globos permanentes y funciona allí la escuela civil de vuelo en globo. Comenzaron con ella cuando contactaron a Norberto Barozza, el patriarca de los pájaros que comparte con sus hijos la difícil tarea de caer en un campo amigo sin perturbar animales no obligar a un rescate (el acto de pasar a buscar a los pasajeros por donde caen) demasiado dificultoso. Divertidos cuentos acerca de “el” día en que Eolo y Zeus permitieron que el globo partiera y llegara al mismo punto, o aquella vez que cayeron en un cumpleaños y todos quisieron salir a dar una vuelta, son parte del anecdótico aerostatito.
Los viajeros de pie en tierra tienen la pileta y el restaurante en el que se hace gala de su capacidad culinaria con anchura. Pollo (de producción propia) con salsa de naranjas (también propias) y malquise de chocolate son consuelo delicioso para quienes no parten en vuelo. Una pileta digna de chapuzones veraniegos, la granja y los frutales completan la propuesta apta para todo público.