No acreditan los ojos, tan basta paleta, para colorear un paisaje, tan generosamente bendecido por la naturaleza. Ubicada al norte de la península Ibérica, haciendo frontera con Francia, resplandece, crece y se colma en frondosa vegetación, la comunidad autónoma de Euskadi: El País Vasco en todo su verdor.
Plena de su gran variedad, ofrece una geografía riquísima, colmada de montaña y campo, carreteras y caminos completamente arboladas que, envueltos en gigantes túneles verdes, deleitan los traslados de un sitio a otro dentro de Euskadi. Playas de bravos oleajes, ideales para surfistas y osados bañistas, siempre enmarcadas en la verdura de sus alturas o en la deslumbrante arquitectura.
Un paseo por Euskadi, es un recorrido natural, urbano, colmado de historia, floreciente de cultura…un auténtico regalo para los sentidos.
Cada ciudad y pueblo, con su peculiar encanto, elegida por surfistas, ciclistas, viajantes interesados en degustar y dejarse cautivar por Euskadi; ideal para el sabroso reposo en algún camping costero, para un intenso paseo cultural por la gran Bilbao, o un inolvidable paseo por la luminosa, hermosa, San Sebastián , una cuidad, que se puede andar de lado a lado, todos sus rincones, resultan igualmente atrapantes, el viejo puerto pesquero húmedo y ruidoso; el casco antiguo , silencioso testimonio de un pueblo con intenso pasado; o el paseo marítimo, expresión más reciente de vanguardia y modernidad.
El País Vasco, misterioso, cargado de noticias, de historias de rebeldía, custodia sus secretos; pero se abre generoso, nos recibe, nos da la bienvenida con grande hospitalidad, vino, caña, y tan exquisita comida. Cada uno de sus pueblos, cada verde rincón, cada calle colmada, guarda su tradición, su pasado; Cada monumento, cada muro, cada piedra de Euskadi es un trozo de identidad Vasca.
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