Paris (1)

La Place Dauphine está en la Ile de la Cité, la más grande de las dos islas ubicadas en el Sena. En este lugar la ciudad tuvo su primer centro en tiempos galos romanos y más tarde se construyeron el Palacio de Justicia, la Sainte Chapelle y Notre Dame.

Está atravesada por el Pont Neuf y junto con la pequeña Ile Saint Louis son una de las zonas más lindas y caras de la capital francesa.
Paris está enfocada en el turismo particular. Ya se habla de recorrer calles más pequeñas y vistosas, por ejemplo la Rue de Buci una calle curva y finita, que nació en el año 1350 y conserva el nombre desde aquella época. Por la Rue de Buci llegamos a la Rue Jacob, pasando por una abadía y ya estamos a dos pasos del Place de Furtenberg, es tan chica y cálida que parece una placita privada. Está rodeada de una galería de arte, un hotel particulier y el estudio de Eugene Delacroix.

Si vamos a la Torre Eiffel podes pasar antes por el Barrio de Passy, donde hay un pequeño cementerio abierto desde el año 1820.
Paris en estos momentos esta lleno de enamorados, hasta existe el Museo de la Vida Romántica en un hotel particular del siglo XIX donde se exhiben cosas de la relación entre Chopin y la escritora Sand.

Otra curiosidad que se puede ver en este momento en Paris es el hotel Everland, una instalación verde ubicada sobre el Museo de Arte Moderno (de la que ya hemos escrito en este blog).
La Rue Montorgueil es una calle peatonal y angosta cerca de la Bolsa, entre las Rues Etienne Marcel y Reaumur. En el hay café con sillitas en la calle, verdulerías y pescaderías. Pero sobre todo está repleta de turistas que asisten entusiasmados por las 17.500 boutiques que hay en la ciudad.

En la capital de la moda todo se convierte en eso, desde la comida hasta la historia, la arquitectura y el Louvre.
Quedan sinagogas en el Marais donde hasta hace poco había pizzerías judías, carnicerías judías y sastres judíos, ahora hay bares gay y locales de ropa.
En el II Arrondissement se pueden ver pasajes y galerías cubiertas como la Galerie Colbert, o la Galerie Vibienne.

Paris es una ciudad para volver y volver mil veces y los que más la conocen tienen una versión interna de la ciudad, un Paris personal que conocen de memoria.