No sólo Lima tuvo murallas, también Trujillo.

Trujillo es una ciudad costera del norte del Perú, de gente amable, hermosas mujeres, cuna de la marinera norteña y “eterna primavera”, esta rodeada de ruinas de nuestro pasado prehispánico, colonial y republicano. Por donde camines en Trujillo de seguro algo verás, un balcón, una casona o si sales a las afueras admirarás Chan Chan, disfrutarás de las playas de Huanchaco y apreciarás los milenarios “caballitos de totora”.

Plaza mayor y casonas antiguas
Plaza mayor y casonas antiguas

En épocas que se han perdido ya en el velo del tiempo, épocas de piratería, de corsarios, bucaneros y gente de mar, que frecuentemente asolaba las ciudades, principalmente de la nueva España, los reyes optarán por autorizar el amurallamiento y fortificación de los principales puertos por donde se despachaba la riqueza obtenida en estas nuevas tierras, galeones o naos cargados de oro y plata salían de estos lugares para alimentar la riqueza la madre patria.

Lima allá por el siglo XVII optó por este camino, se construyó una muralla a su alrededor y el Callao, su principal puerto, fue fortificado con un poderoso baluarte que hasta hoy existe tal cual: los Castillos del Real Felipe, fuerte de más de 200 cañones que lo protegían y garantizaban que ningún invasor se acercaría con malas intenciones a esta ciudad.

En el norte del Perú, Trujillo emergía de las cenizas de la conquista como una ciudad pujante y rica, poseedora de una aristocracia emergente, dedicada al comercio, tan es así que siguiendo los estándares de otras ciudades y en particular el ejemplo de Lima, se reúne el cabildo un 5 de abril de 1687 y se autoriza la construcción de una muralla alrededor de la ciudad.

Plano de la antigua ciudad de Trujillo amurallada
Plano de la antigua ciudad de Trujillo amurallada

Diseñada por el italiano Joseph Formento, por ordenanza del Virrey don Melchor de Navarra y Rocafull, Duque de la Palata, quien junto al aporte de los vecinos e instituciones costeo su construcción, fue construida para servir de defensa ante el saque de piratas y corsarios que anclaban en sus costas. La muralla tuvo una planta de forma inclinada de 5,365 metros de extensión por 4.26 metros de alto máximo y 2.50 metros de ancho.

Formento tomó el compromiso de diseñar “el trazo de las líneas y demás cosas necesarias a la fábrica de dicha muralla”, dijo que “seria perfecta” y entregó el plano al cabildo, cuyo original se envió al excelentísimo duque de la Palata, príncipe de Massa y marqués de Tolva, caballero de la Orden de Alcántara, descendiente de los Reyes de Aragón y Navarra y de los Condes de Barcelona y Flandes, D. Melchor de Navarra y Rocafull, Virrey de los reinos del Perú.

La muralla es una expresión de estilos arquitectónicos del momento, como el barroco y el rococó y actualmente puede verse parte de ella, conservada como uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad; es curioso que muchos viajeros que van a Trujillo no saben que es ese muro blanco que se ve y es por ello que se me ocurrió escribir este artículo, así que cuando visiten Perú y vayan a la ciudad de la eterna primavera, no se olviden de visitar esta manifestación de una época en que los piratas dominaban los mares.

Links de interés:

Si quieres saber más de la muralla de Trujillo visita el Blog de Miguel Adolfo Vega Cárdenas. 

Créditos:

Imagen 1 obtenida de Wikipedia, autor: J. Stander.
Imagen 2 obtenida de Wikipedia, subida por Elmer1071.

2 comentarios en «No sólo Lima tuvo murallas, también Trujillo.»

  1. Que interesante información, gracias por brindarla, no tenia idea de que hubiera algo parecido en Trujillo.

    Por mi parte puedo añadir que en la visita a la Fortaleza del Real Felipe podrán conocer, además de la historia que encierra toda su construcción, la oploteca o colección de armas del Museo del Ejército. Las visitas están disponibles de lunes a domingo.
    Saludos

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