Al norte del Cusco en la hermosa tierra peruana, y como custodio ciclópeo de la ciudad sagrada, se encuentra el palacio fortaleza de Sacsayhuaman. A él se puede llegar a pie en media hora o por la carretera con un recorrido de tres kilómetros. Pudiendo apreciarse en el camino restos incaicos como Qolqampata, así como el templo de San Cristóbal.
El cronista Gracilazo de la Vega es el que ha sostenido que la fortaleza se construyó en época de los incas, alrededor del 1,400 durante el reinado del Inca Tupac Yupanqui; sin embargo tal vez haya tenido un inicio anterior.
Según el historiador Markhan, no hay en el mundo construcción de su género que pueda comparársele, y para Hiram Bingham, es la obra más grandiosa del hombre antiguo americano. Es evidente que la fortaleza maravilla y asombra al más escéptico. La grandiosidad de las moles que forman sus muros, hace pensar a muchos que fue construida por una raza de gigantes o de seres venidos del espacio que se empeñaron en hacer semejante trabajo.
La primera plataforma de la fortaleza, que da frente a la explanada del Sacsayhuaman, está construida por enormes bloques de piedra, alcanzando una de ellas a 9 metros de alto por 5 de ancho y 4 de espesor, cuyo peso se ha calculado en 361 toneladas. Los bloques de granito con 5 metros de alto y 10 de ancho, son corrientes. Este muro se desarrolla en forma zigzagueante con ángulos entrantes y salientes.
La segunda plataforma, al igual que la primera, tiene ángulos entrantes y salientes que coinciden perfectamente con los de la primera. Por último tenemos la tercera plataforma en la que existían tres torreones denominados: Muyoc marca (recinto redondo), Sallaj marca (recinto con agua) y Pauccar marca (recinto precioso). Actualmente quedan restos de los tres torreones, en la sección noroeste de la fortaleza. De los muros que daban cara hacia la ciudad del Cuzco, quedan pocos restos, los que por ser de factura posterior y con piedras labradas y de menores dimensiones, fueron desgalgados hacia la ciudad, en el coloniaje, para la construcción de templos y casas de los españoles.
Según la tradición recogida por el cronista Gracilazo, en el fuerte de Muyoc Marca, existía una fuente de agua cristalina traída subterráneamente por el sistema de sifón. Aún pueden observarse restos de canales de agua primorosamente tallados y que están en diversas direcciones. Además, el torreón estaba adornado con piezas de oro, pues se tenía la creencia de que en este edificio se apacentaban los rayos del Sol. .
Por toda la explanada del Sacsayhuaman, frente a la fortaleza, el visitante podrá apreciar numerosas ruinas, roquerías talladas, etc., formando asientos, escalinatas y variedad de figuras. Entre éstas, es de notar el llamado Trono del Inca que se encuentra dando frente a la explanada y que según se cree era sitio desde donde el Inca, en compañía de su corte, presenciaba las fiestas que se celebraban, en particular las fiestas del Waraqo, donde todos los jóvenes adolescentes y príncipes, se sometían a diversas pruebas de astucia, agilidad y carácter, para poder usar la Wara (traje, símbolo de la virilidad).
También se puede apreciar numerosas piedras talladas en forma de adoratorios. Según Polo de Ondegardo, en una extensión de cuatro leguas a la redonda existían 333 de estos adoratorios.
Como dato curioso para el visitante vamos a mencionar la tradición de la piedra cansada. Esta piedra, según se dice, era traída para integrar un muro de la fortaleza. Su peso, según calcula Squier, no podía ser menor de 1,000 toneladas.
Créditos: fotografía de Wikipedia, autor: Håkan Svensson (Xauxa).
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